martes, 17 de abril de 2012

Me pica el culo

"Niño, como sigas comiendo porquerías te va a picar el culo". Típica frase de madre. Y qué razón llevan. Cuántas veces nos habremos llevado las manos a la boca sin habérnoslas lavado antes. Y es que lo hacemos de manera inconsciente. Pero, sin saberlo, les estamos dejando vía libre a mil y un bichos bastante asquerosetes, más conocidos como parásitos, entre ellos la pesadilla infantil: los gusanos del culo.

Vamos a ponernos finos. Los gusanos del culo, también conocidos como gusanos alfiler, pertenecen a  la familia oxyuridae (oxy=puntiagudo, uros=cola), destacando la especie Enterobius vermicularis, parásito del intestino de primates (incluido el hombre) que provoca la enfermedad parasitaria conocida como enterobiasis. Son unos gusanos bastante cosmopolitas y afectan a todos los grupos socioeconómicos, aunque suele facilitar su desarrollo un clima templado y con una higiene deficiente.

Como en casi todos los gusanos, hay un gran dimorfismo sexual. Las hembras son grandes (15 cm de longitud), con un cuerpo redondo terminado en una cola larga y afilada, y su color varía entre el blanco y el rojizo. Los machos son bastante más pequeños (9-12 mm) y son difíciles de ver, pues suele haber tan sólo un macho por cada 100 hembras.

El ciclo biológico de estos bichos es muy curioso. Las hembras realizan 2 ó 3 puestas a lo largo de su vida, para lo cual emigran desde el intestino grueso hasta el esfínter anal, donde ponen sus huevos (ya embrionados con larvas 1) envueltos en una secreción que al contacto con el aire se seca y deja unas estructuras blancas en la región perineal, pasando rápidamente a la forma larvaria 2, que es la forma infectante. La "gracia" del asunto radica en que las hembras al desplazarse se ayudan de su cola afilada que van pinchando en la mucosa intestinal para impulsarse, lo que provoca picor. Este proceso suele darse en horas nocturnas, causando el insomnio del niño. Al rascarse, quedan huevos en las uñas y, si se lleva las manos a la boca sin lavárselas previamente, tiene lugar la autoinfección. Los huevos también pueden quedar en las sábanas y en el pijama, por lo que terminan distribuyéndose por el aire.
Una vez ingeridos por el hospedador, se alojan en la mucosa del ciego y del colon, donde se transforman sucesivamente en larvas 3 y 4. Terminado este proceso, salen a la luz intestinal para transformarse en adultos y madurar.
Y otra vez vuelta a empezar.

La enterobiasis, a la que antes me he referido, es ni más ni menos que la infección por este gusano. Sus síntomas son picor y dolor en el ano, insomnio, falta d apetito y dificultad para ganar peso. Su tratamiento es bastante eficaz con medicamentos como el pamoato de pirantel. Aunque, como suele decirse, más vale prevenir que curar. Así que ya sabéis: lavaros bien las pezuñas antes de comer.

Me pica el ojete

No hay comentarios:

Publicar un comentario